Amaneció lloviendo suavecito.
Tímida, persiste una lluviecita fina, qué como cae delicada, casi no hace ruido cuando toca el suelo.
Pero moja.
Y bendice.
Y alivia y reconcilia, yo creo.
Aunque adolezca de inoportuna, casi siempre.
Lluvia finita, y callada.
Lluvia que lava las hojas, lluvia que lava la tierra.
Lluvia que limpia las veredas del barrio y le da tonos nuevos, a esta nueva primavera.
Lluvia... inspiradora y sutil, lágrimas dulces del cielo.