Vivimos -creo yo- las mismas cosas, sólo que desde lugares diferentes.
Y así, situaciones y emociones se repiten.
La vida recomienza en cada una, morimos cada vez, distintas muertes.
Las memorias se despiertan de su siesta y lloramos las mismas alegrías, reímos otra vez las risas viejas y sufrimos otra vez las mismas penas.
Sentimos una y otra vez las mismas cosas, se nos salta el corazón igual que siempre, y se hace nuevo cada vez que renacemos, en la repetición de viejos hechos.
Y nos reconocemos una vez más, en ese tiempo que subyace debajo del tiempo de las apariencias, y hacemos comunión!
ResponderEliminar