Etiquetas

jueves, 6 de febrero de 2014

De mentirosas y esas yerbas

Esta parte de mi historia es solo eso, la parte insignificante de una historia más, como tantas, no está revestida de una importancia tal que podría cambiar el rumbo de la historia de nadie. Aun así, es una parte de mi historia.
Y en esta parte de mi historia, hoy como adulto, entiendo que mi mayor tesoro es la educación que me dieron mis padres. Ellos me enseñaron el respeto por los mayores, la institución familiar,  las autoridades, y sobre todas las cosas y por encima de cualquier ideología,  la investidura presidencial.
Por ello modero, no digo, evito discusiones politicas, familiares, religiosas....pero hoy, para sostenerlo necesito que sigan siendo respetables.
Hoy como adulto, entiendo que no debo respeto ni silencio a un señor vestido de cura que violenta la integridad de un chico. Tampoco al gobernante que no me respresenta, no porque no lo haya votado, sino porque no me toma en cuenta. Tampoco al familiar que en el nombre de "todo está permitido porque somos familia" no respeta mi vida, mi persona, mi identidad.
Y entonces hoy, en esta parte de mi historia, me siento sublevada. Intentando no ser maleducada. Pero no puedo..
Me harté de respresentatntes que me atropellan y se cagan en mí. De "afectos" que son mosntruos disfrazados de un vínculo. Me harté de maliciosos, absurdos,  prepotentes.
Me harté de vos, seas quien seas.
Mi presidente o mi pariente.
Te retiro el "mi" y te dejo fuera de mi historia personal, porque no construís en ella.
Vos absurda, prepotente, maliciosa...Vos,  ya sin título ante mí...vos, sin mi debido respeto.
Abandono el deber y te digo: Te retiro mi mirada. Que es peor que retirarte el saludo, la palabra.
Te retiro la mirada.
Con todo respeto, claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario