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viernes, 10 de diciembre de 2010

De Comodoro a Buenos Aires

Bendiciones
Presentes, cotidianas, rezadas y sin plegarias, merecidas y ni soñadas , en el momento menos pensado o a la hora más esperada, como caricia pronunciada, como bálsamo que alivia, como regalo del cielo.
Como expresiones de fe o como vuelo del alma,
A veces encubiertas, ocultas, disfrazadas;  y otras como tales: reveladas, reconocibles, mágicas! Con la gratuidad de la ofrenda,  en hechos o en palabras,  las bendiciones nos llegan y como sean, nos salvan.
Y el corazón nos susurra una canción de alabanza, y sonreímos benditos,  nos ha vuelto la esperanza!
Gracias Ami, Le, Bruno!!! Los queremos!!!


"En aquellos días,  María se puso de camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;  entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.  En cuanto Isabel escuchó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo,  y dijo voz en grito:
¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! 
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?  En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.  ¡Dichosa tú que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
Evangelio de Lucas 1, 39-45





sábado, 13 de noviembre de 2010

Donde van los que no vuelven?

Dicen las noticias que nada se sabe.
Dice algún volante pegado por ahí: "Estamos buscando a..."
¿Hasta cuando?  Cuánto tiempo pasa hasta que dejan de buscarlo?
O es que acaso alguna vez dejan de esperarlo?
Y después qué? Cómo se llena la ausencia del que se fue sin decir adiós para siempre? Cómo se vuelve la vida?
Insoportable, me atrevo a calificar.
Parece que andamos con incontables preguntas buscando respuestas, siempre. Y leí por ahí que a veces hay que aprender a vivir sin alguna respuesta, convivir con la pregunta de aquello que, tal vez, nunca sabremos. Y amigarnos con la idea.
Quizás si se crean altares en sus rincones, se santifican objetos y se veneran espacios intactos tal y como quedaron....sea para poder soportarlo.
Algo que ver, que visitar, donde ofrendar...


Yo no sé si haya fórmulas a seguir ni si sirve alguna de ellas. Pero sí sé que no podría pensar en seguir mi vida sin "esa" respuesta.
Dónde van los que no vuelven?
Dónde están?
Habrá un lugar para todos donde comparten los adioses que no alcanzaron a decir?

Cuesta tanto ponerle un nombre a la ausencia que cuando no tiene nombre debe llamarse Presencia.
Inmanente. Eterna. Contundente.  La presencia de los que jamás se fueron...
Tal vez  el lugar adonde van sea el mismo que recoge del pozo donde caen cada día, cada noche, la oscuridad,  la furia,  los insomnios, los llantos ahogados y las plegarias de los que quedaron esperando que regresen.

Y no sé qué o quien me despertó de la siesta a la memoria, pero igual no importa.
Hay algunos que no están, y eso es un hecho.

 

¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?



Jorge Luis Borges
(Fragmento de Ausencia)

miércoles, 27 de octubre de 2010

Nacemos y morimos

Sobrepasa tanto la llegada de la vida,  como consterna la llegada de la muerte.
Siempre.
La sabemos, y aun así golpea muy duro. 
Será porque es la cachetada más fuerte, la que nos da vuelta la cara y nos pone frente a frente con la realidad que nos aguarda, paciente.
Será porque su tiempo no es el nuestro y eso nos coloca en desventaja.
Sabemos de la vida para cuando,  los colores y los nombres; sabemos de la muerte casi nada.
Sólo que no hay  supremacía más fuerte que la que se nos impone cuando se pronuncia.
“Se murió”.
Es definitivo, escandaloso. Como que no respeta lógicas, cálculos ni sospechas. Poder, dinero, cargo o circunstancia.
La Muerte.
Terminante, autoritaria. Implacable.
Sucede.

Y no habría poder más imbatible en este mundo, de no ser por el que supone lo contrario,  la Vida: el de las Madres.
Potestad  ésta que a nada le teme, que a nada le escapa;  que todo lo enfrenta, que todo lo puede. Que convierte, redime y santifica.
Que supera la barrera de los tiempos, y  acorta las distancias, cuales fueran.
Que convoca,  reúne y aglutina. Congrega  sea en la tierra o en el cielo.
Masifica,  desafía.
Trasciende las fronteras de esta vida y rescata del olvido hasta a los muertos.

DIA DE LAS MADRES
CIUDAD DE LOS MUERTOS
FLORES DEL ALMA (*)

 
(*) Qué es un haiku?

domingo, 24 de octubre de 2010

Un corazón nuevo

Vivimos -creo yo-  las mismas cosas, sólo que desde lugares diferentes.
Y así,  situaciones y emociones se repiten.
La vida recomienza en cada una, morimos cada vez, distintas muertes.
Las memorias se despiertan de su siesta y lloramos las mismas alegrías, reímos otra vez las risas viejas y sufrimos otra vez  las mismas penas.
Sentimos una y otra vez las mismas cosas, se nos salta el corazón igual que siempre, y se hace nuevo cada vez que renacemos, en la repetición de viejos hechos.
Y comprendemos lo fugaz de cada instante y lo eterno de cada sentimiento.


NOCHE DE RUTA
LUNA DE AZAHARES
NARANJOS EN FLOR!